En el valle de Vilcabamba, un profundo cañón tallado por el agua que fluye de la parte baja del río Urubamba. La corriente es bastante fuerte, pero el descenso del cañón es posible en un pequeño bote de piragua manejado por los locales. Una vez pasados los rápidos, se llega a comunidades extremadamente aisladas, dando pleno sentido a esta expedición llena de adrenalina.